La forma de un coche es el resultado de muchos requisitos: mecánicos, aerodinámicos, pero también puramente estéticos. Hoy en día, el diseño es uno de los aspectos en los que más invierten los fabricantes de automóviles.
De hecho, un coche considerado poco atractivo estéticamente corre el riesgo de convertirse en un fracaso comercial a pesar de tener características técnicas interesantes, y viceversa.
En la historia del automóvil, ha habido muchos coches que, aunque fiables, económicos y a veces incluso rápidos y potentes, no han logrado brillar en el mercado por culpa de un exterior cuestionable.